La Tumba Francesa fluye en el discurso cultural de la nación cubana como pieza de obligada interpretación por las compañías folclóricas de Cuba. El Conjunto Folclórico Nacional, con más de 55 años de creado, no es la excepción.
La pulida coreografía mana de la savia del sincretismo popular afrocubano y franco haitiano, que combina la cadencia y elegancia de este ritmo con otros elementos escénicos como el vestuario, los que absorben para si todo el imaginario del expectante público que no ve solo el movimiento en sí, sino una obra de arte plástica en movimiento.
La Tumba Francesa, video que hoy regalamos a los Salsaficionados como continuidad de la anterior nota, se inserta en la cultura cubana con la llegada a la región oriental de los colonos franceses y esclavos haitianos que huían de la Revolución en ese país.
Los segundos, para identificarse de entre los provenientes de África, asumieron de sus amos franceses comportamientos sociales y culturales como modos de vestir, comer, idioma… Surgen así las llamadas Sociedades de Tumba Francesa, que en Cuba tiene una de sus máximas expresiones en la Sociedad Pompadour-Santa Catalina de Ricci de Guantánamo.
Las mismas se crearon como reuniones de ocio y ayuda mutua para devenir en lo que soy hoy: Obra maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad declarada en 2003 por la UNESCO.