El centro gastronómico Café El Potro, ubicado en el boulevard de la ciudad de Camagüey, es al decir en buen cubano, un lugar rico para una descarga de Rumba Cubana. Hasta allí llegó, para calentar una de las noches en la ciudad de los tinajones, la reconocida agrupación Rumbatá, ganadores del Premio Cubadisco 2018 en la categoría de tradición afrocubana, por el disco Gracias a la rumba, del sello Bis Music.
La improvisación vocal propia del género, acompañada de los instrumentos de percusión de la música folclórica más animada se funden con la coreografía que protagonizan los jóvenes Rosita y Yorday Durán, integrantes de Rumabatá quienes se desempeñan como pareja de baile y voces de este conjunto.
Si el diablo los llama ellos se hacen acompañar de la prenda o pañuelo, uno de los elementos clásicos de los bailadores, casi siempre masculinos, de este género musical cubano. Ellos bailan un Guaguancó, parte del complejo de la Rumba Cubana donde el hombre busca “Vacunar” a la mujer con diferentes partes del cuerpo o en este caso con pañuelos mientras ella se protege de sus intentos usando su saya o falda o en este caso un pañuelo.